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Fuente Salá

La Losa, Segovia

Apenas queda gente en pie que lo recuerde pero hace años, muchos, en La Losa había un balneario. Era apenas una caseta de madera con una bañera en la que se vertía el agua, previamente calentada, que se acarreaba desde la fuente cercana. Las leyendas sobre el origen del manantial son muchas, también los nombres por los que se la ha conocido: fuente salada, fuentesalada, fontán salá, fontana salada… En lo que nunca ha habido discusión ha sido en las propiedades curativas de esa agua que, contaban antaño, era buena para las enfermedades de la piel.
Hoy, una placa indica el lugar donde podemos encontrar el pequeño pilón y una cubierta redondeada y con reja que custodia la entrada a este manantial que, antiguamente, era punto de encuentro de los vecinos del pueblo y de otras localidades cercanas.
 

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