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Murallas medievales de Pamplona

Pamplona/Iruña, Navarra

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Siempre has sido guerrera y los sillares, los fortines y las murallas han estado aquí desde el principio de los tiempos. En la Edad Media, esos muros separaban recelosos a los tres barrios que compartían Pamplona, los famosos tres burgos de San Cermín, San Nicolás y la Navarrería. Luego, en 1515, cuando estos se han pacificado, te unes a la Corona de Castilla y, de golpe, te conviertes en puesto avanzado, primera línea defensiva frente a la frontera de Francia, y tu aspecto se endurece aún más. Alrededor de ti surge un anillo de piedra de más de cinco kilómetros y, durante siglos, éste no hace sino crecer y sofisticarse. En tu lado sur se levanta una fortaleza a la vanguardia en los recursos defensivos del XVI, la Ciudadela. Los fuertes, los baluartes y los portales se repiten por doquier. Se convierten en parte de tu ser.

En 1915, perdiste un trozo de ese ser, cuando parte de la muralla sur se derribó para hacer hueco a la expansión de la ciudad. Por suerte, más de tres cuartas partes siguen en pie, cobijándote aún. Para poder conocerte bien hace falta recorrer de pie ese anillo. Dos parques lo acotan a Este y Oeste: La Media Luna y La Taconera. Cualquiera de ellos es un buen punto para echar a andar y maravillarse ante esta muralla cuya piedra nunca se acaba, pero va evolucionando al paso: desde la Edad Media hasta la Moderna. Si quieres conocer la historia completa, el fortín de San Bartolomé (1711), junto a la plaza de toros, acoge el Centro de Interpretación de las Fortificaciones.

Contacto

Localización

Fortín de San Bartolomé, 31002 Pamplona, Navarra