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Casa-cueva de Medrano

Argamasilla de Alba, Ciudad Real

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¿Sirvió de cárcel a Cervantes? ¿Comenzó en ella su gran obra de arte? ¿Fue Don Quijote un producto de lo extraños designios de este lugar? Aunque no se sabe con certeza, todas las pruebas indican que el escritor se alojó aquí en régimen de prisionero y empezó en este lugar su obra maestra. La Cueva de Cervantes es un reducto literario que tiene su expresión en este lugar, con menos temperatura que la que se siente en el exterior, los siglos has desgastado las escaleras que conducen a la parte más oscura de la mente cervantina y la ironía del escritor ha quedado impregnada en los muros, pues todos ellos rezuman literatura como un bien de interés cultural. Unos siete metros y medio por dos de ancho con más de dos metros de alto y un simple agujero como ventana cobijan los secretos mejor guardados del manco de Lepanto. Una insalubre celda tan oscura que cuando se cierra la puerta original, aún se mantiene con sus abrazaderas y clavos de hierro.
Cualquier vecino de Argamasilla sabrá identificar donde se encuentra la cueva de los misterios de Cervantes, los barrotes literarios. Es sencillo llegar, aunque no tanto descubrirlo. Ese sitio está en un lugar de la Mancha, en un pueblo con atardeceres escarlatas, en la Casa de Medrano. Bajo tierra, bajo un hogar cultural, repleto de salas de conferencias, se encuentran también las huellas húmedas de todos los famosos literatos que se han cobijado entre estas paredes para intentar descodificar El Quijote. Allí, es posible intentar entender la idiosincrasia del escritor y su amor hacia estas tierras manchegas, aunque a veces se le olvide su nombre. Allí, es posible recuperar el alma de Cervantes encerrada como él en un edificio de la Mancha de cuyo nombre nunca olvidaremos.

Contacto

Localización

Calle de Cervantes, 7, 13710 Argamasilla de Alba, Ciudad Real