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Bebidas mineras

La Unión, Murcia

Horarios imposibles y miserables y el frío en el gélido invierno de la sierra ‘obligaban’ a los mineros a calentarse como podían. Y, la verdad, tuvieron inventiva para crear bebedizos con lo que había en su precaria economía. Del vino viejo y el anís seco nació el ‘láguena’. Del mismo vino y el coñac surgió el ‘reparo’. Y en un rapto de creatividad, ya entrado el s. XX, se inventó algo más complicado, el ‘asiático’, que –servido en un vaso con forma de campana invertida- llevaba leche condensada, brandy, café y un determinado tipo de anís dulce.

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