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Playa de las Arenas

Artenara, Palmas, Las

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Aunque es el pueblo más alto de Gran Canaria, pura arquitectura excavada en los riscos, Artenara no se ha querido privar del placer del ‘mojarse los pies’, y sus caminos de piedra van buscando poco a poco una salida al mar. La alcanzan al final de un barranco, en la llamada Punta de Góngora. Virgen y salvaje por naturaleza, no es fácil dar con ella: la encontramos escondida, visible desde la carretera a 500 metros de altura, y bajando después por un estrecho sendero al borde del acantilado. Pero esa dificultad la tiñe de también de privacidad, y la sensación que nos embarga es la de estar descendiendo hasta nuestro espacio azul privado. Abajo nos espera un arenal de color mestizo, salpicado de verde por la vegetación de alrededor, y con una arena ocre que contrasta con la roca volcánica que la enmarca. Mayor contraste aún dibujan las aguas radicalmente azules que tenemos ante nosotros. Sabemos que son Atlántico abierto, que se ponen rebelde la mayor parte de los días, pero si la marea está tranquila podremos darnos el placer de un baño como colofón una experiencia tan privada e íntima.