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Iglesia de San Matías

Artenara, Palmas, Las

Aunque Artenara es naturaleza y paisaje en estado puro, la vida gira en torno a unas pocas y cuidadas calles, vías de casas blancas con adornos color teja. El corazón de este núcleo urbano es la plaza de San Matías, la sede de los grandes festejos, y es allí donde se levanta la coqueta iglesia parroquial del pueblo.

Ella representa también el centro de su actividad, ligada al pueblo desde su mismo origen. Quizás para señalar esto, quizás por casualidad, las dos torres que presiden su fachada están coronadas respectivamente por un campanario y un reloj: marcan los sonidos y los tiempos de Artenara. Simbolismos aparte, la silueta de estas atalayas  rojizas, sostenidas sobre una arcada cuadrangular, dibuja un hermoso contraste con el blanco cuerpo de la iglesia. Más allá de esta fachada y de esta plaza, la iglesia se extiende por tres naves separadas con arcos en donde se reúne arte de muy distintas escuelas y procedencias: desde el artesanado que imita las lacerías de tipo mudéjar al bajorrelieve de su altar mayor, tallado con piedra del Parque Natural de Tamadaba, o las vidrieras con escenas de la Biblia, que viajaron hasta aquí desde la lejana Zamora. Un variado collage que se retroalimenta y enriquece la belleza mestiza de San Matías.

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