{{title}}
{{buttonText}}

Cascadas del Huéznar

Cazalla de la Sierra, Sevilla

Compartir

En verano Sevilla es sur, sofoco, sudor, sed… pero hay un paraje que escapa a esta reiteración calurosa, en cualquier época del año; da igual que sea verano, invierno, primavera u otoño (aunque en estas dos últimas estaciones, los colores se transforman en múltiples tonalidades). En las cascadas del río Huéznar, el esplendor de la Naturaleza estalla por todas partes y la frescura del paisaje alivia y aligera la densidad del cuerpo. Nos refresca, tonifica y relaja. Se puede acceder a través de la vía verde de la Sierra Norte, siguiendo la ribera del Huéznar. Chopos, sauces, álamos, alisos y fresnos acarician la ribera del río, la contienen y se afirman en la rotundidad de un paisaje variado de árboles y mucha vegetación. La mirada que contempla escucha al mirlo, al martín pescador, a la garza real; al chapoteo de la nutria… y escucha al agua. Esta placidez con la que nos susurra en su discurrir sólo es el anticipo de algo más que nos espera. Nos lo está diciendo; el agua nos avisa y se vuelve más ruidosa al rodear las paredes de roca que jalonan la ribera. Hace 'Travertinos'. Así se llaman estas formaciones calizas ahuecadas o en toboganes con las que el agua, a lo largo de 30.000 años, ha esculpido sobre la roca, en las cascadas del Huéznar. Una sucesión de saltos, grandes y pequeños, donde el agua con su constancia es la única protagonista. Grita, habla, nos hace enmudecer y en su discurrir se va llevando toda la densidad que creyéramos tener. Ella seguirá haciendo 'travertinos' cuando nosotros ya no estemos. Afortunados somos al disfrutar de este regalo para todos los sentires.

Contacto

Localización

Cascadas del Huéznar, 41388 Ribera del Huesna, Sevilla