{{title}}
{{buttonText}}

Enclave costero de La Santa

Tinajo, Palmas, Las

Compartir

Desde la inmensidad del mar, es posible contemplar los abruptos acantilados negros que remiten a imágenes de volcanes. Esas elevaciones se van intercalando entre pequeñas calas en los que el olor a sal nos invade. En el entorno de La Santa, antaño llegaron a existir unas salinas que en estos días han desaparecido. Hoy, en cambio lo que se busca en las profunidades del océano son sus peces. Una vez hemos dejado atrás el Morro de los Betancores y El Roque, donde aún se respira fuego, llegamos al enclave de La Santa. Integrado en los contornos de un paisaje excepcional, el blanco de las paredes de sus calles combinado con el color turquesa crean un aroma peculiar que invita a relajarse. Tras el merecido descanso, seguimos la avenida del Marinero en dirección a la moderna urbanización. Poco antes, aparece ante nosotros el pareje de El Río. Allí, el municipio guarda uno de sus monumentos etnográficos más preciados. A merced de los vientos y en el interior de un círculo cubierto de tierra negra aún resiste un molino que evoca instantáneas de tradición. Definitivamente, el océano se bate en la franja costera de La Santa.

Localización

Avenida El Marinero. La Santa