Fiesta de la Patum en Berga

El miércoles, víspera del Corpus, Don Tabal (pregonero real), al son de los timbales, despierta a los vecinos de Berga para dar comienzo a estas famosas celebraciones, reconocidas por la Unesco “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”. La Fiesta de la Patum, que duran cinco días, destacan por los bailes, al ritmo de la música y los tambores, que figuras místicas y simbólicas en forma de gigantes y cabezudos llevan a cabo por las diferentes calles del pueblo al paso de la procesión del Corpus. Estas celebraciones cuentan con un alto reconocimiento por la multitud de representaciones históricas, en tono de humor, que se llevan a cabo. Desde las intensas luchas entre moros y cristianos, las burlas contra el caudillo árabe Abul-Afer, hasta la guerra que mantuvo el arcángel San Miguel contra Lucifer.

Los bergadanos ensayan durante todo el año, ya que cada baile tiene su coreografía y complejidad. Incluso en varios de ellos se utiliza el fuego y los artefactos pirotécnicos para otorgarles mayor intensidad. Destacando en este caso el famoso Patum de Las Guitas: donde dos gigantes con forma de dragón persiguen a los asistentes mientras por su boca sale sin parar el fuego de los petardos. El punto y final llega el domingo del Corpus con el famoso Tirabol, una danza de unión entre gigantes y cabezudos, que enlazados por el brazo saltan y bailan al son de la música. Cuando la banda de música finaliza, los asistentes la increpan para que se continúe la fiesta, acto que se puede repetir hasta en 20 ocasiones.