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Tostón popular de Ojén

Ojén, Málaga

Llega el otoño y el paisaje se tiñe de ocre. Cuando las hojas de los árboles caducos caen, también lo hacen las castañas protegidas por su particular caparazón de espinas. Este momento es el preludio de la fiesta del Tostón Popular de Ojén. Primero, se inicia una recolecta de esta fruto que evoca imágenes de recogimiento al calor de las brasas. Más tarde y durante la festividad, su aroma impregna las calles de un pueblo que no se entiende sin este delicioso manjar. La estampa que aprecia cualquier visitante es la síntesis viva de esta estación que precede al invierno. Ante la bajada de las temperaturas, uno se resguarda del frío bajo la lumbre esperando su cucurucho de castañas. Durante esa degustación, se habla, se vive y se disfruta. También se acompaña de aguardiente, otro de los productos estrellas de Ojén. Licor y castaña. Y algo más. La festividad se ensalza con juegos populares y música tradicional de verdiales. En este día, el alma de la tradición calienta al frío. Definitivamente, el Tostón Popular de Ojén convierte a este producto en el principal argumento para festejar la esencia viva de los castaños.

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