Benijófar
El municipio que saltó por los aires
Compartir
El municipio que saltó por los aires
Compartir
Invisible a las vicisitudes históricas de la desamortización, Benijófar se libró de aquella pero prácticamente saltó por los aires en las últimas dos semanas de marzo de 1829. Un terremoto de grado diez destruyó la parroquia y “gran parte de las cosas, con las de su huerta y campo, sin que haya quedado uno que no sufriera quebranto”, según el Diario de Valencia. Como hubo temblores previos, los vecinos se las ingeniaron pasa salir del atolladero por piernas. No se registraron víctimas mortales. Pero el pueblo quedó arrasado. El Rey envió al extraordinario ingeniero José Agustín de Larramendi para dirigir los trabajos de saneamiento y reparación, reconstruyendo 75 casas, sobre las que se asentó el crecimiento de este pueblo alicantino hasta el día de hoy.
Localización