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Bullas

Ligada a la vid

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La vid como cultivo, forma de vida, historia, patrimonio. Una ciudad ligada a la vid, a la uva, al vino. Bullas, bodega natural, como se denomina a sí misma, la rodean viñedos y bodegas desde tiempos ancestrales, buen ejemplo de ello es que se encontró una escultura romana del “Niño de las uvas". La situación orográfica del municipio, por encima de los 600 metros sobre el nivel del mar, y el buen clima propician las vastas extensiones de viñas y la calidad del vino que se produce. Con denominación de origen, el vino de Bullas ha dado pie a una fiesta, una ruta y un museo para conocer todo el patrimonio natural y arquitectónico que Bullas debe a este producto.

La escultura de bronce en homenaje al viticultor, en la plaza de España, recibe al visitante que quiera conocer este bonito y acogedor pueblo murciano. Fachadas de vivos colores jalonan sus estrechas y empinadas calles que nos permitirán visitar la iglesia barroca de Nuestra Señora del Rosario; la bonita Torre del Reloj, de un amarillo que atrae la mirada y que fue levantada en 1900 para marcar las horas de riego de la huerta; casas señoriales como el modernista palacio de Los Melgares, de un azul intenso, o la Casa-Museo Don Pepe Marsillaque que recrea la forma de vida en Bullas a finales del siglo XIX. En la Plaza Vieja, cada primer domingo de mes, podremos visitar un pintoresco mercadillo de artesanos y productos locales, El Zacatín. 

Pasear por el curso alto del río Mula nos descubrirá aguas transparentes que incitan al baño y rincones espectaculares como la cascada conocida por el Salto del Usero. Las inmediaciones de Bulla también nos descubrirán los restos de un antiguo castillo del siglo XII y el yacimiento arqueológico de Los Cantos que alberga una villa romana fechada entre los siglos I y VI d.C.

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