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Castellar de n'Hug

Turismo industrial, patrimonio románico y tradiciones ancestrales

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Considerado uno de los pueblos más bonitos de España, Castellar de n’Hug se asienta en la cara sur de los Pirineos, a 1.450 metros de altitud. Su oferta turística es amplia e interesante. A su bello patrimonio y entorno hay que añadir el turismo industrial y las tradiciones que tienen en el concurso anual de perros pastores (gossos d’atura) una de sus citas ineludibles. En este municipio se hallan las fuentes y el nacimiento del río Llobregat, con espléndidas cascadas y senderos que recorren este espacio privilegiado.

Este pequeño pueblo pirenaico es además puerta de entrada al gran Parque Natural del Cadí-Moixeró, un parque de montaña de gran interés por su diversidad geológica, vegetación y fauna. Imprescindible la excursión al Coll de la Creueta, en el vértice de las comarcas del Ripollès, la Cerdanya y el Berguedà, a 1.880 metros de altitud para disfrutar de las excelentes vistas sobre el parque del Cadí.

La herencia medieval se hace patente en puentes, casas, castillos e iglesias diseminadas por el territorio. Cabe destacar las pinturas de Sant Vicenç de Rus y la Ermita Sant Joan de Cornudell. Otro de los grandes atractivos del municipio es la visita a la cementera Asland. Fundada en 1901 por Eusebi Güell, fue la primera en toda España. Está situada en el Clot del Moro y se accedía a la instalación a través de un pequeño tren hoy reconvertido en atracción turística. La fábrica, que estuvo operativa hasta el año 1975, alberga el Museu del Ciment. También merece una visita el Museu del Pastor, que recoge todos los detalles de esta actividad ancestral tan ligada al municipio.