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Coria del Río

El privilegio del Guadalquivir

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¿Qué tienen en común el Apóstol Santiago, el embajador japonés Hasekura, los vikingos y la única fábrica de caviar de la Europa occidental, de 1932? Que todos desembarcaron en la misma Coria del Río. Fértil como pocas y regada por el Guadalquivir y por restos arqueológicos que prueban su cultura divergente, la belleza paisajística da carácter al municipio, la privilegiada geografía causó su rica historia y el insólito paisaje supuso y supone aún hoy un hálito al turismo. Para tomarle las medidas, nada como llenarse los sentidos en el paseo fluvial, en el Parque de Carlos de Mesa o en el Paraje Natural Brazo del Este; contemplar el reflejo de la historia en el Museo de la Autonomía de Andalucía con su Casa Museo de Blas Infante, en la estatua de Hasekura Tsunenaga, en la iglesia de Nuestra Señora de la Estrella, en el Cerro de San Juan Bautista, en la Capilla de Nuestra Señora de la Soledad o en la ermita de la Vera-Cruz. Y además, tiene oportunidades de sobra para hacerle cosquillas a la diversión, ya sea en la Fiesta del Albur, en la Procesión de la Virgen del Carmen, en la Feria o en la Fiesta de Nuestra Señora de la Estrella.

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