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El Real de la Jara

Leyenda de frontera entre lomas y castillos

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Los campos extremeños empiezan a difuminarse por el sur mientras el ocaso ilumina las últimas horas del día. Las tierras de Extremadura se hacen más débiles y nacen los primeros acordes de Andalucía. En una zona limítrofe entre ambas comunidades, El Real de la Jara, en Sevilla, bebe de la cultura de ambos territorios. Ese hecho fronterizo se ha mantenido durante toda su historia, de ahí la construcción de su principal monumento (el castillo de El Real de la Jara) que se eleva sobre la población y domina desde el inicio de sus tiempos todo el horizonte. Le acompaña en monumentalidad la iglesia de San Bartolomé. Ambos espacios emblemáticos conviven en el interior de un entorno natural protegido porque el pueblo se extiende por las estribaciones del parque natural de la Sierra Norte de Sevilla. Entre árboles y lomas, se puede disfrutar de la Naturaleza de manera directa a través de senderos, una buena red de miradores, como el de La Padrona y Puerto Quejigo; o embalses, como El Pintado. Otros recursos que atesora el municipio son la ermita de Nuestra Señora de los Remedios o el museo de Ciencias. El Real de la Jara hace protagonista a la Naturaleza en una tierra fronteriza protegida por castillos.