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Güesa/Gorza

Universo de tranquilidad rural

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A orillas del río Salazar, un joven navarro se levanta de una roca en la que ha estado inspirándose para sus dibujos durante unas horas. Deja atrás el cauce y asciende por la calle San Esteban de Güesa, su pueblo que está enclavado en el corazón del valle de Salazar. Sube por la vía y levanta la mirada hacia la iglesia de San Esteban. En su camino, los vecinos que viven en coquetas casas y algún palacete gótico le saludan a su paso. Se dirige al frontón donde le esperan el resto de sus amigos. Por la tarde, tiene pensado visitar Igal y Ripalda, los otros dos concejos integrados dentro del municipio de Güesa. En esa excursión, su vista dedicará unos segundos a contemplar la iglesia de San Vicente de Igal, o la de la Ascensión de Ripalda, antes de que llegue el ocaso. El municipio de Güesa (Güesa, Igal y Ripalda) constituye uno de los núcleos de la vida rural de los pueblos del valle. Es la plasmación de una vida cotidiana sencilla, pero que tiene a la Naturaleza y a las tradiciones como su razón de ser.