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El lugar donde el río de arena se detiene
Hace más de dos mil años pobladores antiguos peregrinaban a Jacarilla para ofrendar bienes a la diosa de la fertilidad. Según inscripciones encontradas, llamaban a esta población 'Xakarisquera', el lugar donde el río de arena se detiene. El topónimo evolucionó de la misma manera que el municipio, que por aquellos tiempos se encontraba al borde de una inmensa marisma que llegaba al mar. Con el tiempo, la marisma dio paso al esplendor, y muchos son los personajes ilustres que se han enamorado de este rincón verde. El Marqués de Fontalba, por ejemplo, cayó rendido y compró una parte del municipio, construyendo para su solaz unos jardines y un bosque de 20.000 metros cuadrados.
Hay en Jacarilla curiosidades repartidas por doquier, como la Gruta de la Virgen de la Almudena, realizada con rocas de mar, el reloj de sol, estatuas y fuentes, un pequeño zoo deteriorado y en desuso, además de algunos templetes y pequeñas casas de los guardas. El marqués tampoco reparó en gastos para levantar su Casa Palacio, austera en adornos pero funcional al máximo. Y también patrocinó su iglesia parroquial, con la peculiaridad de hacerse un palco exclusivo.
