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Montseny

Paraíso natural

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Montseny evoca a un paraíso del turismo de naturaleza. Y ese es su gran talismán: estar enclavado en el parque natural del mismo nombre. Ello le dota de múltiples posibilidades de estancia en casas rurales, hoteles, restaurantes y fondas que traen lo mejor de la cocina catalana tradicional, actividades de senderismo o multiaventura. Pasear por el entorno de Montseny es una delicia para los sentidos. Si descendemos por el antiguo Camino Real llegaremos hasta la iglesia de San Martín de Montseny, y si optamos por el camino de la fuente Ferrusa veremos la cumbre de la colina del Hombre, en el valle del Tordera. La parte más alta de Montseny alcanza los 1700 metros de altitud, en las cumbres de Matagalls y Les Agudes. Por dichas cumbres se encuentra la románica Ermita de Sant Marçal del Montseny, entre un excepcional follaje. El valle acoge el núcleo de la villa con masías blancas y coquetas viviendas. Paseando por sus callecitas se puede encontrar la iglesia de Sant Julia - ejemplo del románico catalán-  y su imponente boj- catalogado como árbol monumental-. Este templo cobra importancia sobre todo el lunes de la segunda Pascua ya que se realiza un voto tradicional. No hay que dejar de lado una visita a la piedra megalítica la Estela de la Calma, no sólo por su antigüedad- Neolítico- o por sus excepcionales grabados sino por su historia, ya que se encontraba colgada en la cabaña de un pastor de fuera del término municipal de Montseny, en el Pla de la Calma. Ahora, sin embargo, se conserva en la localidad.  

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