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Olvera

La gran perla blanca de Cádiz

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Olvera es una de las joyas de la gaditana Ruta de los Pueblos Blancos. Su perfil se dibuja con ese color entre infinitos olivos. Y en su silueta se desmarca un gran conjunto monumental que define a una localidad con personalidad y unas gentes que desbordan simpatía y generosidad. Su situación en tierras fronterizas hizo que esta población se convirtiera en uno de los bastiones del Reino de Granada, con un castillo construido en el siglo VIII y reformado en el XII. Ubicado en la parte más alta, sus murallas y torres enmarcaban el actual Barrio de La Villa, un intrincado laberinto de callejas y cuestas que hoy es uno de los tesoros olvereños. La Torre de la Cilla es, hoy, la única accesible al público, aunque aún se mantienen en buen estado otras como La Torre del Pan o la Torre de los Olivillos.

Frente al castillo, también en la cima de otro risco, se construyó en el siglo XIX la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación, de estilo neoclásico. Y en el tercer peñón que define el perfil de Olvera se encuentra la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, habitual lugar de esparcimiento de los vecinos desde donde se puede observar una preciosa panorámica de buena parte de esta comarca serrana.

En su entramado urbano, declarado Conjunto Histórico-Artístico, también destacan numerosas casas señoriales, así como la Iglesia del Socorro, que cuenta con gran devoción local. Y a las afueras se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de los Remedios, del siglo XVIII. Además, en este término municipal nace una de las rutas cicloturistas más bonitas de Andalucía, la llamada Vía Verde de la Sierra, con un trazado cercano a los 40 kilómetros.

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