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Riogordo

Olivo, montaña y tradición

A Riogordo lo enmarcan las aguas del río de la Cueva, al sur los Montes y la Sierra del Camarolo al Norte. Un pueblo blanco dedicado al cereal y al olivo, a 40 kilómetros de Málaga. Es decir cerca de toda la oferta cultural de la ciudad, pero en un entorno privilegiado e idóneo para vivir la naturaleza, la gastronomía y la tradición. Ya los fenicios lo consideraron así y por eso establecieron aquí su fortaleza de Aute, de la que solo quedan unos restos. Para recorrer a conciencia las pintorescas calles blancas que suben y bajan por el cerrillo sobre el que se alza pueblo, una buena idea es seguir el rastro de sus famosas 13 hornacinas incrustadas en las paredes de las casas riogordeñas. En algún momento del itinerario aparecerá  el Museo Etnográfico municipal, la ermita de San Sebastián o la iglesia de su patrona, Nuestra Señora de Gracia. Y si las hornacinas nos guían por el casco urbano, la impresionante silueta de los Tajos de Gómer, Doña Ana y Fraile nos llevará por el ecosistema de esta parte de la Axarquía entre la montaña y el mar.

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