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Rubí

Turismo industrial del siglo XIX sobre restos iberos, romanos y medievales

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Más de mil años de historia han dotado a este municipio del Vallès Occidental de un gran número de atractivos. La visita a dos de sus principales museos sitúa al visitante ante el territorio: el Museo Municipal y el museo etnológico de Vallhonrat, que hace un recorrido por la historia de Rubí con objetos procedentes de yacimientos iberos, romanos y de la Edad Media.

La joya arquitectónica de Rubí es la iglesia románica de Sant Pere, que data del siglo XII y que fue construida sobre los restos de un antiguo templo visigodo.

El castillo de Rubí, del s. XIII, es otro de sus hitos y preside solemne la vida de la población desde lo alto de un montículo. Actualmente es la sede del Ecomuseo Urbano, que acoge la exposición permanente Rubí, riera de identidades, un viaje por la historia del municipio.

Hasta el s. XVIII esta villa fue un pequeño núcleo rural rodeado de espléndidas masías, hasta que en 1824 apareció la primera fábrica y se inició la gran transformación que supondría la industrialización y la llegada del ferrocarril. El gran auge llegó con el siglo XX, cuando se empezaron a construir grandes casas señoriales modernistas propiedad de indianos enriquecidos en las américas y de veraneantes de la burguesía barcelonesa. En la Plana de Can Bertran se halla un conjunto de viviendas unifamiliares de tipo colonial. También el paseo Pau Clarís, en el ensanche de la ciudad, alberga notables casas y el propio Ayuntamiento tiene su sede en bellos edificios con historia. De aquella incipiente industrialización quedan en Rubí numerosos vestigios como la antigua fábrica textil del Vapor Nou o la chimenea de la tejería Saltó, entre otros.

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