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San Roque

“La ciudad donde reside la de Gibraltar”

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Desde el Paleolítico este lugar ha estado habitado por diferentes pueblos: fenicios, cartagineses, o romanos que legaron el esplendor de Carteia, una gran ciudad importante en la Hispania de entonces. Sus ruinas encontradas en el Cortijo del Rocadillo pueden visitarse y nos descubren aquel brillo pasado. El medievo adornó la muralla antigua con torres defensivas como la Torre Cartagena o la Torre del Rocadillo pero fue, sin duda, la llegada de los gibraltareños que se negaron a permanecer en el Peñón bajo dominio inglés, lo que dio a San Roque la impronta que ahora tiene. Por eso se la conoce como “la ciudad donde reside la de Gibraltar”.

Ventana extraordinaria al mar Mediterráneo, la bahía de Algeciras o las costas de África, podemos comprobar la maravilla de sus vistas asomándonos por el Mirador Poeta Domingo de Mena. En el ascenso, dos cañones dan testimonio de la batalla naval perdida y el origen del pueblo. Su casco antiguo es reconocido por la hermosura y el aspecto andaluz de sus calles, donde predomina el blanco que encala las fachadas de casas, enrejados en ventanas y balconadas de forja que contienen los tiestos y macetas que perfuman el aire con olor a geranios. El blanco predomina también en la Capilla de la Visitación o la Iglesia de Santa María la Coronada o la Nueva Ermita de San Roque que encontramos a nuestro paso. La Alameda de Alfonso XI es un pulmón natural de verdor y quietud que atraviesa el corazón de la localidad. Calles como la del General Lacy, el Coronel Moscoso o la de San Felipe componen las arterias principales por las que discurren sus gentes y concentra la mayoría de comercios y establecimientos. A azar también huele el ambiente, y en la Glorieta de Cuatro Vientos nos alegra encontrar la estatua del San Roque y el perro sin rabo, que evoca curiosos trabalenguas (el perro de San Roque no tiene rabo, porque Ramón Ramírez se los ha cortado) y populares leyendas. . Muy cerca también hallamos la estatua de El León, símbolo del coraje y valor de los caídos en el asedio a Gibraltar.

Más de 3000 horas de sol tiene al año este lugar y un clima de veranos cálidos e inviernos suaves le convierte en destino favorito de numerosos turistas. Quienes busquen el descanso de sus playas encuentran maravillas como Cala Sardina, Torreguadiaro o Playa Alcaidesa. Si se acercan a Sotogrande disfrutarán de una urbanización de lujo y uno de los clubes de golf más selectos de Europa. Este deporte se practica mucho en la localidad y es sede de competiciones internacionales. También se juega al polo y a la vela; quizás en lo deportivo resida parte de la herencia británica aceptada de buen grado. En el entorno natural de San Roque confluyen las regiones mediterránea y atlántica, lo que contribuye a enriquecer el paisaje. Pinar del Rey es un auténtico tesoro ecológico de gran extensión. y el Estuario del río Guadiaro, un humedal necesario pues no hay más en muchos kilómetros de costa, y un verdadero paraíso, y refugio para las aves que emigran en invierno buscando la calidez de tierras africanas

Predominan platos de pescados y mariscos en la gastronomía sanroqueña, y delicioso es degustar una tortillita de camarones. También se preparan carnes de venado, caña de lomo o rabo de toro, e imprescindible el gazpacho frío en época estival.

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