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Sant Vicenç dels Horts

Masías y casas modernistas en el Bajo Llobregat

Ubicado en el Bajo Llobregat, Sant Vicenç pasó de ser un municipio esencialmente rural a lugar de veraneo de la burguesía barcelonesa, destino de una importante inmigración a mediados del siglo XX para convertirse luego en una ciudad tranquila con amplias zonas verdes como el Parc del Pi Gros, de más de 20 hectáreas que tiene en un gran pino centenario su emblema.

Entre los edificios más antiguos del municipio cabe mencionar las masías, muestras de su pasado agrícola. Actualmente, ninguna de ellas, salvo la de Can Costa –documentada en el siglo XVI–mantiene su función original. Can Pujador es una de las masías más importantes del municipio gracias a sus características arquitectónicas. Hay que hacer mención de los diferentes grabados que se conservan en las ventanas y los esgrafiados de la fachada.

Con la llegada del siglo XX llegó a Sant Vicenç el ferrocarril y se llevó a cabo el proyecto de ensanche y reforma del municipio. El Mercado Municipal se inauguró en 1928 y el edificio actual del Ayuntamiento en 1927. En esa época, la villa era el lugar predilecto de veraneo de muchos barceloneses adinerados, lo que dio paso a la creación de una nueva zona llamada el Poble Nou, donde se conservan edificaciones interesantes de estilo modernista, como las que se alinean en las calles Unitat y Ferrer Costa y en la Plaza Carme Llinás. En el centro de Sant Vicenç se encuentra la iglesia parroquial, de estilo barroco, y algunas otras construcciones de principios del siglo XX. Destacan entre ellas la Casa Amat y la Casa D. Dalmau, así como el Café Carbonell (1871).

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