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Vilopriu

Castillo palacio en el interior ampurdanés

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El interior de l’Empordà es encantador. Pocas comarcas combinan tan bien la acción del hombre sobre un paisaje donde predomina el llano, matizado por suaves colinas, y Vilopriu no es ninguna excepción. A medio camino entre Girona y Figueres, principales municipios provinciales, Vilopriu vive al margen de cualquier preocupación urbana. En este sentido, resulta reconfortante pasear por la parte antigua, que mantiene el carácter medieval en sus callejones estrechos y, sobre todo, contemplar ese notable conjunto arquitectónico formado por el castillo-palacio, la iglesia y los restos de la muralla.

El Castillo-palacio de Vilopriu tiene su origen en el siglo XII, pero fue modificado posteriormente, durante el siglo XV. Es de planta rectangular con altos muros que todavía están en pie. La parte oriental del castillo y la torre angular son los elementos mejor conservados, junto a unos notables ventanales góticos. La Iglesia Parroquial de Sant Pere (siglos XIII y XIV), por su parte, se encuentra situada dentro del recinto del castillo-palacio. Se trata de un edificio de planta rectangular y de una gran sobriedad arquitectónica.

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