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Castillo de Almansa

Almansa, Albacete

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Antes de llegar a Almansa ya se divisa el perfil del castillo, aupado sobre un peñasco, el Cerro del Águila, y circundado por un entramado de calles de trazado árabe: calle del Castillo, de la Luna, del Moro… Imposible apartar los ojos. Ya en el municipio, accedemos por las escalinatas desde la plaza Santa María. Muchos avatares ha vivido. En su fisionomía actual mucho tiene que ver el infante don Manuel, autor de los cuentos del Conde Lucanor, y la participación del municipio. Corría entonces el s. XIV y sobre una fortaleza almohade se levantaba nuevamente el castillo, Monumento Histórico Artístico mejor conservado de La Mancha, además de formar parte del Mejor Rincón de la Guía Repsol de 2015. Pero fue la remodelación realizada por los segundos marqueses de Villana, Juan Pacheco, en el siglo XV, la que hoy recorremos: la Torre del homenaje, las barbacanas de entrada y las troneras para las armas de fuego. De las dos recintos que lo forman, rodeado de torres y almenas, la entrada este era para el acceso de carros y carruajes y directamente llevaba al patio de armas. Esculpida en piedra, en pura roca, una escalera de caracol, representación del gótico de la zona, nos conduce hasta la Torre del Homenaje, a la terraza almenada. Una vez arriba, la recompensa: la vista y el aire de la serranía de Almansa.

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Castillo de Almansa, albacete