Catedral Santa María de Girona

Girona, Girona/Gerona

Qué ver

Su alargada silueta permite identificarla, da igual en qué lugar de la capital nos encontremos. Por ello es principal símbolo de Girona. Y cuando entramos y nos topamos de frente con su ‘osada’ nave, la más ancha del mundo en cuanto al estilo Gótico se refiere, nos invade perplejidad y estupefacción.

Subidos a los capiteles del claustro, el Antiguo y el Nuevo Testamento cuentan, en iconografías bordadas con lino, la historia de la creación del mundo. Una obra única, de gran valor por la pedrería, el esmalte y la plata que lo forjan, por ser una declaración de talento de la orfebrería española. Un templo que tardó 600 años en terminar de construirse y que ofrece tesoros como los pórticos de los doce apósteles y del San Miguel; y la torre de Carlomagno y el museo capitular, entre cuyas obras destacan piezas antiguas de época como la Cruz de los Esmaltes; el libro apocalíptico Beatus; la Biblia firmada del rey Carlos V, y la orfebrería más pretérita a nivel hispano-árabe.

Si regresamos al exterior y miramos arriba, podremos distinguir el ‘Ángel del tejado’. Bajando la escalinata, la misma que ha encarnado la entrada al ‘Septo de Baelor’, en el “Desembarco del Rey” de la sexta temporada de “Juego de Tronos”, las antiguas calles forman un laberinto a su alrededor, imposibilitando un camino directo y, a su derecha, unos bonitos jardines nos invitan a recorrerlos con tranquilidad.