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Monasterio de la Encarnación

Osuna, Sevilla

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Un pequeño convento se alza en uno de los lados de Plaza de la Encarnación, originalmente construido como hospital pasó a ser un monasterio de monjas mercedarias a las pocas décadas de su inauguración. La duquesa de Osuna fue su patrocinadora y bajo su auspicio el templo se llenó de vida eclesiástica. Su fachada hecha de ladrillo esconde un interior lleno de belleza que no hay que dudar en visitar. La iglesia tiene una sola nave con unas espectaculares bóvedas de cañón, llenas de detalles y de un color blanco que contrasta con los adornos dorados de las pareces, con capillas y detalles que dan para horas de contemplación.

Desde ella se accede al claustro del convento, dos plantas constituidas por columnas de hermoso mármol sostienen sus soportales, donde en su primera planta lucen unos azulejos sevillanos que representan los cincos sentidos, las estaciones del año y escenas cotidianas de Sevilla en el siglo XVIII como las vistas de la Alameda de Hércules, monjas rezando o celebraciones de montería y tauromaquía. Pero su belleza no acaba con los azulejos, el patio interior decorada con una fuente está adornada con flores prácticamente durante todo el año, embelleciendo el conjunto del claustro blanco de este pequeño convento de Osuna.

Contacto

Localización

Plaza de la Encarnación 2, Osuna