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Cala de Sant Francesc

Blanes, Girona/Gerona

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La arena dorada de la cala Sant Francesc, también llamada cala Bona, aún entierra tiernas historias de amor, secretas, románticas y, en algunos casos, crueles… Cuenta la leyenda que tras la Guerra Civil, jóvenes con familias pertenecientes a uno y otro bando aprovechaban este lugar para encontrarse y que no los encontraran… Escondida tras abruptos pinos, mecida por un oleaje tranquilo y, en apariencia, aislada del tráfico surge la cala San Francisco, coronada por una ermita del mismo nombre. Es el lugar playero predilecto de los blandenses (incluso teniendo una gran variedad de bellas playas como: Santa Anna, Blanes o Treumal), al que le han concedido el final de su Fiesta Mayor, el “Aplec de l’Amor” (encuentro del amor), un fin de fiesta con conciertos en la cala, cenas y magia. Este nombre se le concede debido a la leyenda, una que a día de hoy aún persiguen jóvenes y mayores acudiendo a esta misteriosa playa en búsqueda de su otra mitad.

Aunque a primera vista parezca un lugar recóndito, permite el fácil acceso en coche o a pie, aunque sin duda el camino más bello sea la entrada que tiene desde el Jardín Botánico de Marimurtra. Consta de 200 metros de playa y un chiringuito.