“Carnaval toda la vida”. Eso es lo que decía siempre Celia Cruz. Y nos gustaría que así fuera, pero nos conformamos con una semana al año, disfrazándonos de personajes variopintos, poniéndonos pelucas y todo tipo de complementos. Nuestros carnavales traspasan fronteras como lo hacen los de Brasil, con ritmos autóctonos, desfiles, carrozas y reinas. Pero vamos más allá y podemos presumir de algo que en el nuevo continente no tienen: carnavales ancestrales donde personajes provenientes de leyendas populares se convierten en protagonistas.
Más que máscaras, plumas y caras pintadas
Carnavales con historia
