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La Manga

La Manga, un capricho de la tierra y el mar

Actualizado: 05/03/2016

Una temperatura media de 19º y 3.000 horas de sol al año son un reclamo más que sugerente para visitar la Manga del Mar Menor, uno de esos lugares con los que la naturaleza nos demuestra que la tierra está hecha a su antojo. Esta franja de tierra que se adentra en el mar, además, tiene mucho más por ofrecer que buen tiempo: actividades acuáticas, naturaleza, ocio y gastronomía, son la combinación perfecta que explica por qué esta zona del litoral murciano es uno de los destinos predilectos de la costa española.

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En su origen, lo que actualmente se conoce como La Manga del Mar Menor era una bahía abierta al Mediterráneo. Fue la sedimentación de arena, que se extendía hacia el norte entre Cabo de Palos y la Punta del Mojón, la que acabó cerrando esta bahía dando lugar al mar Menor, el lago de agua salada más grande de Europa. Esa lengua de tierra, con 24 kilómetros de largo y poco más de un kilómetro de ancho, es hoy en día uno de los centros turísticos más importantes de Murcia.

Bañarse en unas aguas tranquilas, transparentes y poco profundas es uno de los grandes atractivos de La Manga, especialmente para quienes viajan en familia. Si preferimos algo más de emoción, podemos animarnos a probar alguna de las muchas propuestas de ocio de la zona: windsurf, vela, catamarán, esquí acuático, submarinismo, piragüismo… tenemos a nuestra disposición tantas actividades que nos resultará difícil decidirnos por una sola.

Otra de las propuestas interesantes en La Manga es conocer su entorno. Una visita obligada es Cabo de Palos, un pequeño pueblo pesquero con un protagonista de excepción: un impresionante faro de casi 50 metros de altura y más de 150 años de historia. Es imprescindible no olvidarnos la cámara o llevar el móvil a mano cuando visitemos el faro, desde aquí conseguiremos las mejores vistas del Mar Menor, la Manga y el Mediterráneo.

Y si lo que queremos es disfrutar de la naturaleza en estado puro, nada mejor que acercarnos hasta el Parque Regional de Calblanque, una de las áreas mejor conservadas de toda la costa mediterránea y un lugar donde poder contemplar un paisaje de ensueño. Aguas cristalinas, calas, vertiginosos acantilados, dunas y saladares nos aguardan en un entorno donde lo más destacado es la ausencia absoluta de la mano del hombre. Un paisaje completamente virgen como éste, puede verse en lugares contados de nuestra costa.

Faro de Cabo de Palos.
Faro de Cabo de Palos.

Sugerencia gastronómica

La gastronomía es siempre un valor añadido en cualquier destino murciano, especialmente en la costa donde el pescado llega prácticamente del mar a la mesa. Durante nuestra estancia en La Manga es muy recomendable probar el famoso langostino del Mar Menor así como la dorada y el mújol (también conocido como lisa) preparados a la sal. Los salazones, de hecho, son otros de los platos estrella en la zona, en especial la mojama, así como los michirones, un guiso a base de habas secas, al que suele añadirse jamón, chorizo o panceta y pimentón. En los postres, el tocino de cielo es uno de los más sabrosos aunque no tienen nada que envidarle la sopa real, hecha a base de almendras y yema de huevo, o el arrope y calabazate, un dulce hecho con higos secos, membrillos, melón, calabaza y boniatos.

El restaurante San Remo es uno de los lugares donde mejor podremos saborear estos platos y es que presumen de tener en su carta hasta veinticinco postres caseros diferentes. También es un acierto seguro visitar el restaurante La Tropical en Los Alcázares, famoso por sus sabrosas tapas de mariscos, salazones e ibéricos.