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Cesta y mantel a cuadros

Parques para hacer un picnic

Actualizado: 22/12/2015

No importa si no tenemos tiempo de salir de la ciudad para disfrutar del aire libre. Desde las capitales hasta los pueblos más pequeños tienen lugares estupendos donde improvisar un picnic en familia, con amigos, o hasta romántico. Tú eliges con quién y lo que llevarás en tu cesta. Nosotros te damos algunas ideas de parques donde seguro, no podrás evitar echar una siesta después o pasar la tarde a la sombra charlando. No olvides un mantel a cuadros.

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Bilbao. Parque Etxebarria

Es el más grande de la capital vizcaína y, pese a encontrarse algunas zonas en cuesta, obtendremos unas vistas de excepción del Casco Viejo o del Guggenheim dependiendo del lugar que elijamos para nuestro picnic. Cuesta imaginar que tan sólo 25 años atrás este pulmón verde de la ciudad lo ocupase una gran fundición de acero. Además de su característica chimenea, legado de la fábrica, tiene diversas instalaciones deportivas.

No olvides meter en tu cesta: Queso Idiazábal, como parte del almuerzo o como postre con unas nueces. Es delicioso solo, por supuesto, aunque una alternativa es comerlo con unos pimientos de Piquillo (de la vecina Navarra) y con una rica anchoa en aceite de oliva virgen extra.

Parque Etxebarria, Bilbao.
Parque Etxebarria, Bilbao.

Barcelona. Parque de la Ciutadella

Debe su nombre a la ciudadela que mandó construir Felipe V y que fue derribada tras la Revolución del 68. No fue el parque que actualmente conocemos hasta su construcción en 1888 con motivo de la Exposición Universal de aquel año. Con sus 17 hectáreas, es un oasis en plena ciudad donde, además de numerosas zonas ajardinadas y muy frecuentadas por los barceloneses, encontramos una impresionante cascada, un zoo y un gran lago donde poder remar. ¡Perfecto para pasar un día completo!

No olvides meter en tu cesta: Una butifarra del perol, los más golosos pueden incluso probar su versión dulce, con miel en el interior. Antes de salir de casa (necesitaremos algunas horas de preproducción) podemos ponernos manos a la obra con una coca crujiente de butifarra y pimientos o de manzanas.

Parque de la Ciutadella, Barcelona.
Parque de la Ciutadella, Barcelona.

Madrid. Parque Juan Carlos I

Menos frecuentado que el famoso parque de El Retiro, pero cada vez más habitual para quienes se ejercitan al aire libre. Es una de las muchas opciones para plantear una comida al aire libre que ofrece la capital. Al igual que en otros parques madrileños, encontramos ungran lago y una ría de casi dos kilómetros y hasta 19 esculturas, por lo que es una buena opción para combinar deporte, cultura y reponer fuerzas almorzando en una de sus explanadas, debajo de un árbol o cerca del agua, si el calor aprieta.

No olvides meter en tu cesta: unas aceitunas de Campo Real, aperitivo por excelencia y que armoniza con cualquier cosa que queramos beber. Para lograr unas muy madrileñas, en apenas tres minutos, en el proyecto Aceituning encontramos unas “chulas”, con jengibre, salsa de soja, pimienta negra recién molida, cayena molida, cáscara de limón, perejil picado y unos pocos berberechos en conserva bien escurridos.

Parque Juan Carlos I, Madrid.
Parque Juan Carlos I, Madrid.

A Coruña. Parque de San Pedro

Unas vistas privilegiadas, porque preparar un picnic en este parque nos permite combinar mar y montaña. Y si aún queremos más, podemos subir en el ascensor panorámico, de forma esférica y desde donde veremos hasta la famosa Torre de Hércules. Tras el almuerzo en el parque, ¿qué tal si nos acercamos al laberinto inglés que está realizado con plantas italianas? ¿O tal vez visitar los cañones que conformaron años atrás la Batería de Costa que protegía la ciudad?

No olvides meter en tu cesta: Sería pecado no incluir entre nuestros aperitivos, unos mejillones o una ensalada fresca con atún en aceite de oliva. Podemos poner, por ejemplo, un mejillón en escabeche sobre una rica patata chip frita en aceite de oliva virgen extra o, sobre una rebanada de pan de verdad un poco de piperrada (con pimientos, tomates, cebollas y ajos) y algo de ventresca de bonito. Nos recordará con cariño…

Monte San Pedro con vistas al laberinto y la Torre de Hércules, A Coruña.
Monte San Pedro con vistas al laberinto y la Torre de Hércules, A Coruña.

Benalmádena Costa. Parque de la Paloma

Tal vez sea el de los preferidos por los niños, ya que mientras damos un paseo antes de comer podemos ver pavos reales, tortugas, conejos e incluso emúes. Además de numerosos senderos para pasear y abrir apetito, los más pequeños lo pasarán en grande en cualquiera de las dos zonas de columpios. Y cuando llegue la hora, extenderemos nuestro mantel en alguno de los montículos desde donde además se ve la sierra de Benalmádena o el teleférico.

No olvides meter en tu cesta: Uno de los productos andaluces más apreciados en el mundo: una selección de ibéricoscon los que hacer una exquisita tabla de embutidos. Para lograr uno 10, recuerda: el producto debe ser de primerísima calidad, no debe estar frío (porque no apreciaríamos todo su sabor y aroma), el mejor papel es el parafinado y vale la pena añadir algún buen pico de pan.

Parque de la Paloma, Benalmádena Costa.
Parque de la Paloma, Benalmádena Costa.

Donostia-San Sebastián. Parque Cristina Enea

Merece la pena alejarse un poco de la espectacular bahía de La Concha y descubrir otros entornos naturales de la capital guipuzcoana. Porque cuando descubramos este parque, a más de uno le va a costar volver a la arena. No es para menos, ya que está considerado uno de los parques urbanos más frondosos de España. Además, está situado en un pequeño montículo en uno de los meandros formados por el Urumea. Casi podría asemejarse a una mini-selva en mitad de la ciudad, lo que lo convierte en una de las zonas más especiales para preparar una comida o una merienda.

No olvides meter en tu cesta: Dulces de Tolosa para el postre. En esta localidad encontramos una de las confiterías de mayor tradición que tiene los dulces más apetecibles. Para amantes de los encurtidos, las clásicas (y muy vascas) Gildas, que lograremos insertando en un palillo, una guindilla, una anchoa y de nuevo otra guindilla o aceitunas y un trozo de pimiento.

Parque Cristina Enea, Donostia-San Sebastián.
Parque Cristina Enea, Donostia-San Sebastián.

Alacant. Fuentes del Algar

Pese a no encontrarse en pleno centro urbano como los anteriores, merece una visita, o varias. Ya que apenas lo separa una hora de la ciudad llegamos a una zona donde se suceden cascadas, “tolls”(pozas de agua donde bañarse) y numerosos lugares donde preparar nuestro picnic. También tenemos en la misma zona el DinoPark Algar, un parque educativo con reproducciones de dinosaurios que tanto los niños como los mayores disfrutarán y que cuenta con una ruta didáctica y zona también habilitada para comer nuestros tentempiés.

No olvides meter en tu cesta: Alcachofas, que puedes rellenar con queso de untar y añadirle salmón o jamón y algo de cebollino y que son un estupendo entrante para comer en frío. Aunque también sea catalán, el all i oli es muy consumido en la Comunitat Valenciana, bien con tortilla de patatas, en ensalada fría de patatas cocidas o sobre un rico pan tostado.

Fuentes del Algar, Alicante.
Fuentes del Algar, Alicante.