{{title}}
{{buttonText}}

Pantanos y embalses en provincias sin costa

Cinco playas de interior para un verano atípico

Actualizado: 07/08/2020

Que sí, que aquí no hay playa. Pero ni falta que hace. Recorremos cinco pantanos y embalses del interior que refrescan a los vecinos y turistas de las provincias de Ávila, Toledo, Córdoba, Madrid y Badajoz durante este verano tan atípico. Bañador, toalla y sombrilla para pasar una jornada playera sin necesidad de olas y agua salada.

Compartir

1. Pantano de Rosarito (Ávila y Toledo)

El pantano de Rosarito es uno de esos lugares que cambia totalmente dependiendo de la época del año en la que vayas: ¿gran masa de agua o paisaje lunar? Los dados se han tirado en primavera y, como esta temporada no ha escatimado en lluvias, será posible disfrutar de un chapuzón en plena meseta. Cerca se encuentra la Cascada del Diablo y la Garganta de Alardos así que no hay excusa para no ponerse el bañador y sumergirse en sus aguas transparentes. Para dar un paseo y pegarse un homenaje tras el baño: verduras de 'El Molino', en Madrigal de la Vera.

Un pescador en el pantano de Rosarito
El paisaje del pantano de Rosarito cambia totalmente dependiendo de la época del año. Foto: Hugo Palotto.

Si el verano da miedo en algún sitio de España es en la provincia de Córdoba. En esta zona de Andalucía se alcanzan frecuentemente algunas de las temperaturas más altas de todo el país y embalses como La Breña II son un respiro para cordobeses y turistas. En Almódovar del Río se encuentra este oasis, que cuenta con una amplia oferta de deportes acuáticos de la mano de 'Xtreme Gene'. Algunos quedan tan enamorados de la zona, que no dudan en pasar un par de noches en 'Casas de Alisé', un remanso de paz en mitad del enclave.

alt

Y sin movernos de Córdoba, llegamos a Iznájar, un pueblo de casas blancas entre olivos donde el embalse es el protagonista. Se trata de una de las masas de agua más grandes de España y el pinar que lo rodea lo convierte en un paisaje de los que retener en la mente. Y si no, que se lo digan a Rafael Alberti, que dedicó un poema al castillo que corona el panorama. Se puede leer en su libro de memorias, La arbolada perdida.

El pantano es la alegría del pueblo. Foto: Shutterstock.
El pantano es la alegría del pueblo. Foto: Shutterstock.

Y de Córdoba, viajamos a la capital. En la unión entre los ríos Alberche y Cofio se forma una pantano que tradicionalmente ha sido una válvula de la escape para madrileños sin vacaciones de verano. Y, este año más que nunca, constituye una cómoda opción para disfrutar de un día de agua, multiaventura y cocina tradicional. Es probable que este plan seduzca a muchos así que conviene madrugar para llegar antes de que se complete el aforo. San Martín de Valdeigleisas, El Tiemblo, Cebreros y Pelayos de la Presa son los diferentes municipios desde los que se puede acceder a este oasis.

pantano san juan
El agua de los ríos que se acumula en el embalse y refresca a los visitantes. Foto: Hugo Palotto.

Este es un lugar para bañistas, claro, pero también para aficionados a la ornitología y a la pesca. Ubicado cerca de la localidad pacense de Orellana la Vieja, este humedal, integrado en la Red Natura 2000 es un lugar perfecto para pasar un día refrescante y divertido. Por no hablar de las posibilidades naúticas: botes de remo, barcas a pedales y centro de formación para manejar veleros; hace falta más de una excursión al embalse de Orellana para probarlo todo.

Perfecto para los más pequeños. Foto: Manuel Ruiz Toribio.
Perfecto para los más pequeños. Foto: Manuel Ruiz Toribio.

Te puede interesar