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Argelaguer

El mito de Tarzán

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¿Cabañas de madera al aire libre, zona de huerta, un laberinto y una cueva en el mismo espacio? No hay demasiados pueblos que puedan responder afirmativamente a esta pregunta, pero este municipio de La Garrotxa es uno de ellos gracias al legado de Josep Pujiula, el Tarzán de Argelaguer, que hace unos años construyó un entramado arquitectónico y natural que aún actúa como atractivo turístico de primer orden. La entrada es libre y el espacio visitable, pero no durará para siempre.

Argelaguer combina esta atracción única con un patrimonio arquitectónico clásico donde destaca la iglesia parroquial de Santa María. Este templo, dedicado a San Damas, que fue elegido Papa en el año 386, combina el estilo románico con aportaciones posteriores de época renacentista a consecuencia de un terremoto acaecido en el siglo XV. También son importantes los dos pozos de hielo, la casa Fort de Montpalau, ejemplo referente del castillo–palacio del gótico civil catalán, y la capilla de Santa Ana, de época románica.

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