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Astigarraga

Capital vasca de la sidra

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Situada a pocos kilómetros de San Sebastián, Astigarraga es una bulliciosa localidad guipuzcoana conocida, por encima de cualquier cosa, por sus sidrerías. Con el inicio de la temporada de sidra, a mediados de enero, se da el pistoletazo de salida a dos meses -hasta mediados de marzo- en los que cada fin de semana las múltiples sidrerías de localidad se llenan de cuadrillas que, además de degustar el delicioso caldo de manzana y los platos típicos, tortilla de bacalao y chuleta, llenan de ambiente el pueblo hasta altas horas de la madrugada.

La orografía de Astigarraga y su clima la han convertido en un lugar excelente para el cultivo de manzanales, de ahí su intensa actividad sidrera. Los que deseen ir más allá del txotx, la chuleta y la farra, pueden visitar la Sagardoetxea, museo que permite conocer el proceso de elaboración de la sidra. La visita incluye un paseo por la plantación de manzanos, un centro de interpretación y, por supuesto, una degustación y cata de sidra.

Pero Astigarraga es más que sidra y también ofrece atractivos para los amantes del arte y la naturaleza. En la zona alta del pueblo, en el barrio de Santiago, en la cima del monte Santiagomendi, se encuentra una ermita dedicada al santo y que forma parte del Camino. Desde el templo pueden disfrutarse unas espléndidas vistas. En la misma colina se encuentra el parque etnográfico Santiagomendi, con una exposición de aparatos y herramientas de labranza tradicionales. También en un alto, pero en otra colina, Markesmendi, se encuentra otra de las joyas arquitectónicas de Astigarraga, la iglesia parroquial de Santa María de la Asunción, también conocida como Santa María de Murgia. Junto a ella se sitúa el palacio de Murgia, casa torre cuyos orígenes se remontan al siglo XI.  En virtud de un acuerdo entre la familia y el Ayuntamiento de la localidad, los espléndidos jardines de la finca están abiertos al público.