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Breda

Una pintura de la Edad Media

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Montañas, sierras y dos rieras (Breda y Repiaix) lo escoltan, mientras el clima del Montseny, tan seco e igual de suave, lo envuelve como un regalo dirigido a... a cualquiera que se anime a pisar este territorio destacado por la madera, florecido entre cerámicas, y alambrado por el hierro y sus derivados. Hablamos de una localidad cuyo casco histórico recibió al 1974 con el título de Conjunto Histórico-Artístico bajo el brazo. Pintado en la historia de la Edad media, Breda irradia el verde de lo rural, el ocio y los encantos de un lugar urbano. Y reparte diversión  en las Fiestas Patronales, en la Festa del l'Ajust, en la Fiesta Mayor y en las Fiestas de Invierno. Su Monasterio de San Salvador abre la puerta a su patrimonio, indiscutiblemente rico, y la Ermita de Santa Ana y lo que queda de la Iglesia de Santa María son piezas de dicho legado. Un legado que continúa vivo en las residencias medievales Can Sisó y Can Trunes, y en el Museo Municipal Josep Aragay.

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