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Buenaventura

En torno a la plaza de España

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Pueblo fundado oficialmente en 1685, independiente desde mediados del siglo XVIII y situado en el norte de Toledo, en la frontera casi con Ávila, Buenaventura desarrolla gran parte de su vida en la plaza de España y en la contigua del Ayuntamiento. La primera, muy grande y rectangular, la segunda, trapezoidal y también de buen tamaño, con una fuente de cuatro caños, bancos para el reposo y un panel con información del pueblo; ambas plazas con bares para tomar un refrigerio.

Partiendo desde este punto, después de observar el Ayuntamiento, pequeño edificio de dos cuerpos, con reloj y campana, el callejeo nos invita a buscar otras huellas del pasado, como los restos del molino-lagar o la fuente-abrevadero, con dos caños y un pilón rectangular, construido con sillares y unido con grapas de hierro. El conjunto está fechado en 1903.

En cuanto a la arquitectura religiosa, de fuerte presencia siempre en la España rural, la localidad ofrece tres ejemplos: la iglesia de la Santa Cruz, del siglo XVI, de estilo renacentista, con una curiosa portada protegida por un tejadillo que se apoya en dos columnas; la ermita del Buen Suceso (de los siglos XVII y XVIII, situada en pleno centro del pueblo), un templete popular de planta cuadrada, con un tejadillo similar al de la parroquia en la portada, y, por último, la ermita de San Sebastián, al lado de la carretera en la entrada sur del pueblo, construida con toscos sillares entre los siglos XVII y XVIII, en un entorno muy agradable.

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