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Búger

El municipio más pequeño, pero con encanto patrimonial

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Búger es el municipio más pequeño de la isla. Sus orígenes se remontan a la época talayótica. La cueva natural de Can Mossenya representa el vestigio más antiguo de la ocupación humana del pueblo. Es recomendable ver la iglesia parroquial de Sant Pere, construida en el siglo XVI, y que sobresale por encima del resto de edificios.

En la plaza de la Constitución, donde se encuentra el ayuntamiento, hay una fuente con forma de vela. Los almendros y los algarrobos dominan su vegetación. Antiguamente los habitantes fabricaban cubiertos de madera y cencerros para la ganadería. Hoy en día aún se pueden adquirir.

En el pueblo hay varias cruces y restos antiguos calificados como Bien de Interés Cultural.

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