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Calders

Parada y fonda del Camí Ral

Calders fue parada de camino en la importante vía del Camí Ral, que pasaba por el interior de Cataluña y unía las ciudades de Vic y Manresa, de ahí su singular forma alargada, con casas a cada lado de la carretera. El casco antiguo se aglutina en torno a la Plaça Major, presidida por la Iglesia de Sant Vicenç, originaria del siglo X y con una sencilla espadaña. En el término municipal se incluyen además los núcleos de La Guardia, El Oller, Las Hectáreas, La Colonia Jorba y un buen puñado de masías diseminadas.

El Castillo de Calders, aupado en la cima de un monte cónico situado en una majada del río Calders, domina el conjunto. Está formado por una torre del homenaje de forma circular, la muralla, una construcción de los siglos XVII-XVIII, y los restos de una iglesia. La comarca del Moianès, donde se enmarca Calders, es muy adecuada para recorrer a pie, en bicicleta e incluso a caballo (existen empresas que se dedican a ello) y presenta parajes naturales como la Font de les Tàpies, con un salto de agua espectacular.

Es recomendable la visita al canal de la central eléctrica Jorba, una impresionante obra de ingeniería que data de 1905 y que consta de un canal de 5 kilómetros de longitud a través de un terreno boscoso y difícil, con dos sifones y varios túneles y que termina con un salto de agua de 97 metros de altura.

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