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El Pont de Vilomara i Rocafort

Joya del prerrománico catalán

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Con uno de los edificios más emblemáticos del prerrománico de Cataluña, la iglesia de Santa María de Matadars (siglo X), esta población es conocida también por el puente que atraviesa el río Llobregat, originalmente de madera y que en época romana fue sustituido por un espectacular puente de piedra que recibió el nombre de Puente de Villa Amara (ciudad sumergida, en latín).

Este municipio del Bages, situado a 5 kilómetros de Manresa, conserva otras joyas arquitectónicas como la ermita románica de Santa Magdalena del Pla (s. XII), situada en el cementerio de El Pont de Vilomara. La iglesia formó parte de un pequeño convento bajo la custodia del abad del monasterio de Sant Benet.

El otro núcleo del municipio, Rocafort del Bages, está presidido por los restos de un castillo del que se conserva un fragmento de muro de unos 5 metros de grosor.

Una de las peculiaridades de El Pont de Vilomara es la existencia de tinas construidas con la técnica de piedra seca y que se utilizaban en el pasado para producir el vino en los mismos campos de cultivo. Se ha catalogado un total de 103 tinas de estas características, que se visitan a través de un recorrido por todo el municipio.

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