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Garciotum

El pueblo del ramo de 80 kilos

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Pueblo de puro carácter rural, situado en las estribaciones de la sierra de San Vicente, en un paraje de dehesas y encinares que transmiten una gran armonía y tranquilidad. Si se busca tranquilidad, este es un buen sitio, en una casco urbano de escasa población y asentado en una pequeña ladera: las calles estrechas serpentean hacia la plaza principal, ubicada en la parte baja de Garciotum. Allí se levanta el Ayuntamiento, en un caserón de planta cuadrada del siglo XVIII, con recia sillería en las esquinas y alrededor de puertas y ventanas.

En el otro extremo del pueblo, casi en la parte más alta de la población y sobre un atrio elevado, la iglesia se presenta como el monumento más importante del lugar. Dedicada a la Virgen de la Magdalena, está construida enteramente en piedra, con una nave dividida en cinco tramos, ábside semicircular y torre cuadrada de dos cuerpos. Y allí tiene lugar la celebración más importante del pueblo y una de las más destacadas de la provincia. En la fiesta del Ramo de la Magdalena, con más de cuatro siglos de antigüedad, los mozos solteros de Garciotum pasean un ramo de unos 80 kilos elaborado con ramas de chopo, adornado con banderines, roscas y frutas, para ofrecerlo posteriormente a la santa. Lo llevan desde la casa de la mayordoma hasta la iglesia para dar las gracias a la Magdalena, que salvó a la población de una epidemia en 1553. En la fiesta se reparten ramilletes de albahaca, cucuruchos con tostones y limonada, siempre alrededor de la iglesia.

No es el único templo del pueblo: en la carretera que va a Nuño Gómez está la ermita de la Purísima, una pequeña construcción de planta rectangular cuya nave se cubre con artesa de madera. También a las afueras podemos ver restos de un molino de aceite y el puente romano sobre el arroyo de las Cañadillas, a un kilómetro y medio hacia el oeste, aguas arriba del puente del molino. Hacia el norte (a menos de tres kilómetros), otro puente, el de los pilones: merece la pena pasear hasta allí para ver esta curiosa construcción de formas cuadrangulares. Y para llevarse la mejor panorámica de la sierra de San Vicente, el paraje de Canto Amarillo.

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