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Mont-Ras

Torre de vigilancia

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Entre Palafrugell y Palamós se encuentra Mont-ras, punto de contacto entre el llano ampurdanés, el mar y la montaña. Aunque tiene poco litoral es de categoría: destaca la cala del Crit o del grito, un paraje virgen y solitario con aroma de leyenda. Su nombre tendría origen en una historia de piratas, el rapto frustrado de una chica que se resistió a seguirlos. Mont-ras cuenta también con las calas de la Fontmorisca y la del Vedell.

El principal elemento patrimonial del municipio es la Torre Mirona (s. XIV – XV), una fortificación de planta rectangular de unos 16 metros de altura, de las más interesantes y mejor conservadas de toda la comarca del Baix Empordà. Declarada bien cultural de interés nacional, fue construida con fines defensivos y de vigilancia.

En el casco urbano destaca la iglesia parroquial de Sant Esteve (s. XVI), de estilo gótico tardío. El templo es de una sola nave con capillas laterales, ábside poligonal y cubierta a dos vertientes.

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