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Regencós

Muralla extinta

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No sale en las guías y quizá es justo que sea así. No cuenta con un patrimonio importante y hay localidades mucho más bellas en el Ampurdán, pero Regencós es ideal para desconectar del ruido diario y disfrutar del paisaje y de la tranquilidad de un pueblo que no llega a los 200 habitantes. Se encuentra en el centro del espacio geográfico y vital denominado Empordanet, entre Begur y La Bisbal d’Empordà, en 'segunda línea' de mar.

El visitante se alegrará de pasear por el centro del pueblo, antiguo y compacto, formado por unas cincuenta casas alrededor de la iglesia y callejones estrechos que aún conservan tramos del antiguo adoquinado. Quedan pocos elementos de la muralla (s. XIV – XV), pero su trazado cuadrangular se puede seguir y aún se alzan dos torres y dos entradas porticadas al núcleo antiguo. La iglesia parroquial de Sant Vicenç (s. XIX) es de estilo neoclásico, de una única nave con capillas laterales y ábside poligonal.

Regencós tuvo mucha fama por sus azulejos, que dieron trabajo a buena parte de la población, pero actualmente casi ya no quedan artesanos que den continuidad a este tipo de trabajos.

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