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Sant Bartomeu del Grau

Atalaya de la Plana de Vic

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Desde el Mirador de Roc Llarg se contempla en toda su dimensión el espectacular paisaje que rodea este pueblo del Lluçanès, en la Comarca de Osona. Desde allí podremos divisar el macizo del Montseny, Les Guilleries, el Collsacabra, el Puigsacalm y, en medio, la Plana de Vic, que se extiende a partir de los riscos que sirven de atalaya. Por eso, este municipio barcelonés es ideal para recorrer a pie o en bicicleta a través de los numerosos senderos que invitan a descubrir bellos rincones y delicadas joyas arquitectónicas.

La Iglesia de Sant Jaume d’Alborquers es una de ellas, situada en una elevación de terreno. Se trata de un conjunto de edificios formado por la iglesia, de origen románico, una casa y la antigua rectoría. También sobresalen la Iglesia de Sant Jaume de Fonellet, del siglo XI, y la de Sant Genís Sadevesa, que conserva su ábside original y la espadaña.

De núcleo rural, Sant Bartomeu del Grau pasó a acoger una importante industria textil y fue perdiendo su fisonomía antigua, aunque conserva muchas casas del siglo XVIII y principios del XIX, con dinteles y dovelas con inscripciones de fechas, cruces y nombres. En su centro destaca la iglesia parroquial, de estilo barroco, construida a lo largo de los siglos XVII y XVIII a raíz del crecimiento de la población. Una última sugerencia es la excursión a la Font del Vicari, por donde pasa el GR-3, un sendero de gran recorrido que atraviesa buena parte de la geografía catalana.   

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