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Sigüés

Naturaleza y arte con aire de Pirineos

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En el extremo norte de la provincia de Zaragoza, en el límite con los valles pirenaicos de Navarra, se sitúa la localidad de Sigüés. De entre su patrimonio arquitectónico sobresale la iglesia gótica de San Esteban (siglo XVI), que conserva el ábside y el arco de portada de un anterior templo románico. Su interior alberga destacados retablos de distintos épocas y estilos. De entre ellos sobresale un retablo renacentista, atribuido al conocido escultor Damián Forment en el siglo XVI.

Por las calles de su casco urbano se suceden numerosas casonas señoriales con fachadas de piedra. Los mejores ejemplos son la Torre-Palacio de los Pomar, una construcción defensiva de origen medieval, y el antiguo Hospital de peregrinos de Santa Ana. Se conserva asimismo una de las tres puertas que conformaban la antigua muralla de entrada a la villa, conocida como la Torre de las Brujas.

Sigüés está muy vinculado al Camino de Santiago, ya que el ramal de la ruta jacobea que procede de Jaca atraviesa el pueblo. En el mismo término municipal se ubican varias pedanías que vale la pena conocer: Ruesta, con un imponente castillo medieval (siglo XI); Asso-Veral, que conserva un antiguo palacio y una iglesia parroquial; Miramont, donde se erige una monumental carrasca; Escó, que pese a su abandono, está considerado Conjunto Histórico, y Tiermas, desde donde podemos contemplar una excelente panorámica del Embalse de Yesa.

Para conocer las maravillas naturales de Sigüés lo mejor es recorrer los senderos que atraviesan sus bosques. En el camino descubriremos las sorpresas que nos depara el río Esca y rincones como la imponente Foz de Sigüés, ya de camino a Roncal.

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