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Barrio del Born

Barcelona, Barcelona

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Hay un número que representa lo sagrado, la luz y la inteligencia. Ese es el cinco. Como cinco son los sentidos que envuelven al barrio barcelonés del Born para convertir el paseo en una experiencia sensorial marcada por la realidad. El deleite de la vista quedará reflejado en el Palau de la Música, ubicado en uno de los extremos del barrio. Modernismo en estado puro, este edificio tan 'sonoro' no fue obra de Gaudí, sino del arquitecto Domenench i Montaner. Su decoración desborda y nuestra mente se impresiona al comprender ese equilibrio mágico plasmado en la fantasía de sus líneas. El aroma, que representa al olfato, se percibe en el paseo del Born, una vía de retazos medievales. Allí, conviven los bares más modernos junto a espacios de vida nocturna. Además, la fragancia de los productos naturales también se respira en el mercado de Santa Caterina que constituye un templo gastronómico coronado por un techo ondulado. El tercer sentido es el oído que no solo está representado por la música, sino también por el repique de las campanas de la basílica de Santa María del Mar o de iglesias como la de Sant Pere de les Puelles de estilo románico. Hay que mencionar el gusto. Nuestro paladar disfrutará de las delicias de un producto muy dulce. En estas calles, es posible sentir la necesidad de conocer el origen del “oro marrón” en el museo del Chocolate (museo de la Xocalata). No es el único centro expositivo del barrio, también el museo Picasso, en la calle Montcada, conserva un sabor especial. El último de los sentidos es el tacto. Se podrá palpar la Historia, casi abrazarla con las manos, en el centro cultural del Born. Se trata de un espacio sobre la Barcelona de 1700, a la vez que un yacimiento arqueológico intenta elevarse bajo nuestros pies. A través de la representación física de sus sentidos, se llega a entender la esencia del barrio del Born.

Localización

Passeig del Born, Barcelona