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Minas de Alén

Sopuerta, Bizkaia/Vizcaya

Aún esperan entre Naturaleza viva y fantasmas de un siglo de edad. Cuando se llega a Alén las descubrimos: Juliana y Amalia están allí. Son dos enormes minas excavadas por la tierra, cubiertas de árboles y, ahora, frecuentadas por pájaros, vacas, caballos y perros labradores. El pasado enmudece ante ellas, ante la gran urbe que había aquí y que ha desaparecido en menos de un siglo. Pero no solo están ellas, entre el monte Alén, las cumbres de la comarca y la frondosa hierba, el bello paisaje deja en el suelo la suerte de unas huellas de un ferrocarril, antiquísimos lavaderos y depósitos de mineral. Juliana y Amalia echan de menos el hierro y sus explotaciones en el monte. En 1900 llegaron a ser pobladas en sus alrededores hasta por mil habitantes. El siglo XX los hizo marchar y estas minas, con nombre propio, quedaron desterradas en este lugar ante la inmensa naturaleza, vigiladas por el Parque Temático de Alén. No son unas minas cualquiera en un lugar cualquiera, este magnífico paseo le descubre a uno un sendero vizcaíno repleto de sosiego y antigua tradición minera.

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