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Quadrat d'Or

Barcelona, Barcelona

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Era el final para el comienzo. Una vez que se destruyeron las murallas, la ciudad inició su expansión por el Eixample. Habría que adentrarse a través de los ojos del famoso urbanista Ildefonso Cerdà para ver cómo pensaba diseñar su modelo de ciudad en cuadrícula. Ideó la creación de unas manzanas perfectas. Mientras creaba, alguna mancha de tinta cayó de manera inconsciente en torno al paseo de Gràcia para darle un significado. Marcó el Quadrat d’Or, que en el futuro se convertiría en un canto al prodigio. Esta zona es en un museo al aire libre del modernismo donde las viviendas de los sueños y las curvas se reparten entre las diferentes calles y avenidas. La mirada y la visión de extraordinarios arquitectos completaron las tres viviendas más originales de “la manzana de la Discordia” ubicadas en este lugar tan emblemático. Son la casa Batlló, construida por Gaudí; la casa Lleó Morera, considerada por algunos como una de las más modernistas del mundo; y la casa Amatller, inspirada en las viviendas de los Países Bajos. Paseando por sus calles, el foco de nuestra visión se pierde en el horizonte de La Pedrera (casa Milà) tras dejar atrás uno de los edificios más conservadores de Guadí (la casa Calvet). ¿Quién ha proyectado aquella vivienda que imita a los castillos góticos? Habrá que descubrirlo en la casa Terrades (casa de les Punxes). En los aledaños, nuestros ojos podrían descansar sobre la imagen de sarcófagos que nos recuerdan la existencia de un museo egipcio o los cuadros de la fundación Antoni Tàpies. Después de tanta arquitectura soñada, al final del paseo de Gràcia la gente se mira sin verse en la plaza de Cataluña, el espacio público considerado como el centro neurálgico de la ciudad. En definitiva, El Quadrat d’Or es una proyección hacia el infinito de las líneas modernistas de sus edificios. Unas manzanas perfectas.

Contacto

Localización

Passeig de Gràcia, Barcelona