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Museo de los Molinos de Tiscamanita

Tuineje, Palmas, Las

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En un lugar de Fuerteventura, cuyo nombre es Tuineje, permanece el espíritu del esfuerzo y la superación. A juicio de El Quijote no es un molino, sino un gigante. Quizás no sea enorme, pero los muros del molino de Tiscamanita llevan el peso de la Historia de la isla. Antaño, sus aspas no cesaban de girar para moler el grano y fabricar harina, en cambio, hoy se ha reconvertido en museo. Sin embargo, ese aire a grano molido aún se respira en este entorno plagado de tradición. Adaptado como centro expositivo, allí se comprueba la importancia que tuvo esta construcción en la cultura de subsistencia de la zona. De esa forma, en el viaje a sus entrañas se verán diferentes maquetas e incluso podremos conocer su funcionamiento. Todo ello acompañado por un incesante ruido. A cada paso, oiremos a un hombre moliendo maíz de manera artesanal. Tintineo constante. Al salir, comprendemos su alma. Entre la tierra negra, el molino se levanta blanco hasta rematarse con aspas que giran en función de los vientos alisios. Sin duda, el centro de interpretación de Los Molinos de Tiscamanita es el fiel reflejo de los antepasados de la isla de Fuerteventura.

Localización

Calle la Cruz, Tiscamanita