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Playa de El Burrero

Ingenio, Palmas, Las

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Aunque está lejos de los arenales más turísticos de Gran Canaria, la playa del Burrero nunca ha estado sola. Si tradicionalmente eran los barcos de pesca quienes alegraban sus orillas, más tarde vendrían las velas de windsurf, arrastradas por su encanto y el viento que sopla por estos lares. Hoy se han añadido otras velas más exóticas, con forma de media luna hinchada, a medida que el kitesurf ha ido ganado adeptos en la zona. La suerte de El Burrero es que estas tradiciones no se han reemplazado la una a la otra. Así, esas barquitas azules que reposan en la arena, más oscura después de una remodelación que sustituyó en parte la arena dorada original, nos dan fe de una tradición que sigue viva, es la carne de quilla. Dicha herencia marinera convive hoy en calmada armonía con los deportes de vela. Y Cuando unos y otros, pescadores y aventureros, surcan sus aguas, tienen un mismo referente: el Roque, ese gran bloque de piedra que hace de dique en el lado norte, y es la eterna seña de identidad de esta playa. Es por ello, y porque las aguas corren más tranquilas tras romper en él, que es el rincón favorito para los bañistas de El Burrero.