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'Casa Poli', un valor seguro de la cornisa cantábrica. Foto: José García.

CARRETERAS PARA PERDERSE: RUTA DE MUÑORRODERO A LA CUEVONA (61 km)

Dónde comer y dormir

Actualizado: 05/10/2018

La ruta por la N-634 es una maravilla para los sentidos. La vista, el oído, el olfato e, incluso, el tacto quedan satisfechos en muchos puntos del camino; pero, ojo, que también hay que atender al gusto. Comer y dormir bien o mal determina muchas veces el éxito o el fracaso de un viaje.

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'Casa Poli' en Vidiago (C/ Puertas, s/n.), 'El Bálamu' en Llanes (Puerto Pesquero, s/n) y 'Arbidel' en Ribadesella (C/ Oscura, 1) son apuestas seguras para premiarnos en cada jornada, da lo mismo que sea para la comida o para la cena. Los dos primeros recogen lo mejor de la rula de Llanes en pescados, mientras que la carne de rubia gallega o tudanca también tienen un hueco más que respetable. El consabido cachopo es otra de las opciones de moda, aunque es para pensárselo si se desea hacer una digestión manteniendo el tipo en la ruta.

Llanes y su rula. Foto: Sofía Moro.
Llanes y su rula. Foto: Sofía Moro.

El Restaurante 'Arbidel' (1 Sol) tiene un menú más elaborado, pero Jaime Uz ofrece la posibilidad de tirar por lo clásico. Para dormir, la 'Posada de Muño' (El Lugar, 8) -sencilla, limpia y muy amables- es un punto de arranque estupendo en Muñorrodero, donde también está la 'Posada El Salín' (Bº el Salin, 5).

Las posadas de Asturias y Cantabria suelen ser agradables, sin aspavientos. Foto: José García.
Las posadas de Asturias y Cantabria suelen ser agradables, sin aspavientos. Foto: José García.

En 'La Torre' de Vidiago (Puertas de Vidiago, s/n), el sabor y el recuerdo de los indianos que han trufado todo el Cantábrico con sus casas indianas (hoy benditos excesos que mostraban lo ricos que se habían hecho allende los mares) se plasman en todo. Desde 'La Casona' (Barrio Del Cueto) –bien conservada– al parque que la rodea.